Visita el Sitio Oficial del Movimiento Túmin: tumin.org.mx El texto a continuación es una opinión personal, todos los Tumistas somos voluntarios al compartir su experiencia haciendo uso de Túmin en nuestras vidas. Esta es mi versión. Escribe Hotch, dictan todos los seres sintientes con los que he cruzado mirada, todas aquellas personas con las que he compartido aliento y todos los corazones que me han tocado. Gracias por leer. El Túmin es un instrumento para el intercambio. Túmin significa "dinero" en lengua tutunaku (erróneamente traducida como "Totonaca" por Hernán Cortés, por cierto). El Túmin para el tutunaku era respaldado por sus huertas, por sus talentos, por sus dones, por su tiempo. Un túmin equivale a un peso. Un túmin equivale a un minuto de trabajo. Luego de 13 años de existencia autónoma y escasos meses en mis venas, el movimiento Túmin se ha corrido por toda la red neuronal de mi cerebro. Me hizo recordar mis viajes Godinez intercambiando dinero por otro, siempre pasando por el dólar, claro. Esta es una propuesta para adoptar una vida económica alternativa, justa, soberana y solidaria. El Tumista es una persona productiva, el Túmin no es para el consumidor final, si bien es recibido al portador, no se puede comprar, el Túmin es una herramienta de intercambio para personas con la capacidad de producir con sus manos, con sus talentos, sus saberes, su tiempo. Los tumistas no trabajamos para comer, nos alimentamos de nuestras tierras o de las de nuestro vecino Tumista que nos acepta Túmin, sé que suena a eras prehispánicas pero ocurrió apenas en el 2010, cuando algunos vecinos de la comunidad de El Espinal Veracruz, tenían sus huertas llenas, pero no dinero para poner gasolina y llevar a vender sus productos. La historia está contada en el libro escrito por Juan Castro, o Papá Túmin, como le apodaron en Hotchtel. Juan es mi maestro solidario, desde que lo conocí supe que todo en mi vida tenía que ser así, solidario. "La solidaridad es estar donde quieres estar, con quien quieras estar, cuando quieres estar. Sin firmas, sin contratos, sin divorcios" Fueron sus palabras, o al menos eso se me quedó grabado. Después de ese día comencé un viaje extraordinario de transformación a una vida solidaria en todos los sentidos, no solo para Hotchtel y su economía, sino también para mis relaciones personales, mi camino espiritual, mis talentos y un largo etcétera. Te invito a formar parte de esta revolución, mientras más seamos más fuertes seremos. ¡Viva el Túmin! Directorio de Tumistas:
Hasta donde puede llegar el Túmin? |